Gran parte del periodismo social ha quedado atrás, el legado de Espejo y de Manuela está a punto de desaparecer si se continúa con el periodismo que vive de la pauta, es decir, que suena como una rocola, se les coloca una moneda y funciona al gusto del consumidor. El periodismo ha evolucionado mucho, la ciudadanía se limita a consumir contenidos sin contexto en menos de un minuto y se queda con lo primero que ve con contenidos alejados de la lucha contra las injusticias y la búsqueda de la equidad y justicia social.
El “periodismo desde adentro” que es aquel que tiene empatía con las causas sociales, es aquel que lucha desde diferentes trincheras, haciéndole frente a la violencia a la corrupción y al desgobierno; el periodismo desde adentro es es el que conoce a los ciudadanos de pie, el que siente las necesidades de los que viven el día a día y de aquellos que luchan por su supervivencia; pero además es el que se opone al poder político y al poder económico que somete y que gobierna para pocos.
El periodismo es una hermosa profesión, ya sea que hoy se la ejerza desde lo tradicional o desde lo digital; pero, sobre todo, con dignidad. Las formas han variado mucho porque la comunicación digital es más exigente por ser de doble vía; y principalmente por ser inmediata; pero jamás, se debe dejar la ética la objetividad, la contrastación de fuentes, la investigación y el espacio para combatir las injusticias, la corrupción y los poderes fácticos.
Hablar de periodismo desde adentro, es reconocer que se argumente y sobre todo que tenga la misión de estar de la lucha social, de ver los problemas que aquejan a la sociedad, de investigar e informar con total veracidad lo que realmente sucede.
No podemos olvidar las frases del gran kapuscinski, que decía que “cuando se descubrió que la información se vuelve un negocio, verdad deja de ser importante”; y es lo que está pasando con el periodismo rocola que baila al son del mambo, y es esa prensa hegemónica/rocola la que tanto daño nos hace, porque manipula y le hace el juego al poder opresor.
El periodismo social alternativo a pesar de las desavenencias, seguirá; como decía “El Gabo” Gabriel García Márquez, “Ser periodista, es tener el privilegio de cambiar algo cada día”, por ello les invito a reflexionar y a quedarnos con la información que el periodismo social nos brinda para seguir buscando espacios en la que algún día todos los seres humanos seremos iguales cuando todos comamos igual, pero esto cuando un gobierno sea para todos y no para unos cuántos.